SALMO DE  MEISHU SAMA
HEIWA SEKAI

Yao yorozu
Kuni tou kuni wa ai musubi
Hitotsu ni naru zo Miroku seidai.

lsakai wo
Konomu ningon no hakanasa yo
Yaban no saga no nokereba nari keru.

Oo miwaza
<Makoto shi areba hito kazu wa
<Yoshi sukuna kumo hirake yuku nari.

MUNDO DE PAZ

En la sagrada Era de Miroku,
los países mantendrán una relación tan maravillosa
entre ellos, que parecerán constituir un solo país.

¡Cuán vacío es el hombre
que prefiere el conflicto!
Pues aún posee residuos de un salvaje.

Si hay sinceridad para con la Obra Divina,
aunque el número de personas sea poco
este se irá ampliando.

ENSEÑANZA DE MEISHU SAMA
Los conflictos y sus orígenes

“La gran mayoría de las personas está constantemente en proceso de purificación, con resfriado ligero, pero como es casi imperceptible, se juzgan sanas. Sin embargo, esto no corresponde en absoluto a la verdad, pues en caso de que se sometieran a un examen minucioso, se constatará infaliblemente que tienen un poco de fiebre de la cabeza a los hombros, y presentan síntomas como pesadez y dolor de cabeza, secreción ocular, mucosidad, zumbido en los oídos, piorrea y rigidez en el cuello y en los hombros. Por eso, siempre hay cierta indisposición.

Esa indisposición es el origen de la ira, que se concreta en forma de conflicto. El aumento de este se convierte en guerra. Por lo tanto, para extinguir el espíritu belicoso solo existe un método: eliminar aquella indisposición. Esto sucede porque, cuando la persona se siente bien, no se incomoda al escuchar algo desagradable, pero cuando está indispuesta, no logra evitar la ira. Creo que casi todos ya tuvieron esa experiencia.

Es muy común ver bebes que lloran mucho. Generalmente se dice que son nerviosos, pero si fuesen examinados, siempre se constatará un poco de fiebre en su cabeza y en la región de los hombros. Aunque sean bebes, muchos tienen los hombros endurecidos. En tales casos, si reciben Johrei, las toxinas disminuirán, cesará la fiebre y dejarán de llorar constantemente. Con los niños que se irritan fácilmente sucede lo mismo, pero por medio del Johrei el problema se resuelve y se vuelven obedientes; además, su rendimiento escolar también mejorara. El conflicto entre esposos tiene el mismo origen; recibiendo Johrei, lograrán armonizar.

Como la causa fundamental del conflicto es la fiebre proveniente de la disolución de las toxinas de la cabeza y de la región del cuello y de los hombros, el único medio de solucionarlo es eliminar completamente la fiebre. Entonces, no será exagerado afirmar que el Johrei, a pesar de que el mundo es tan grande, es el único, inigualable, absoluto y radical medio de eliminación del conflicto. Y lo mismo podemos decir en relación a todos los problemas que hoy constituyen motivo de sufrimiento”.

(“Fiebre ligera”)

La guerra como acción purificadora

Actualmente, todos los pueblos del mundo piensan que no hay manera de detener la Tercera Guerra Mundial. Sin embargo, existe un medio por el cual puede ser evitada.

Todo lo que existe en el Universo es regido por la Ley del Soow, o sea, “adecuarse a las circunstancias” y, por ese motivo, donde se acumulan impurezas, surge una fuerza para eliminarlas. Así fue creado el mundo por Dios. De esa manera, cuando un país es destruido y desmantelado por la guerra, eso se debe a la acumulación de impurezas que provocan la necesidad de una limpieza.

 Cómo evitar una confrontación entre naciones

Durante la Segunda Guerra Mundial, Europa fue bombardeada, Roma fue ocupada y grandemente averiada por Alemania. De esa manera, la lucha armada entre naciones también es una acción purificadora. Como ya escribí anteriormente, la mejor manera de evitar conflictos de esa magnitud es no cometer crímenes de ninguna naturaleza ni practicar ningún tipo de transgresión. Evitar la acumulación de máculas e impurezas es, por lo tanto, la manera exacta de frenar la guerra; no existe otro medio sino ese.

Estados Unidos está haciendo de todo para huir de la Tercera Guerra Mundial, pero esos esfuerzos de nada sirven, pues si existe acumulación de impurezas, los esfuerzos para impedir terrible acontecimiento de nada valdrán. Y por más que se firmen tratados internacionales con el objetivo de evitar una confrontación o que se providencien armamentos y se construyan refugios en el subsuelo, ya existe una bomba atómica capaz de destruir todo. Si hubiera la necesidad de limpieza, ciertamente esa guerra se producirá, pues esa es la Ley del Universo.

Existencia del hombre malo

La plaga que aflige al ser humano está personificada por el hombre malo. Para que entiendan mejor lo que les digo, basta pensar que, cuando alguien practica actos perjudiciales al prójimo o a la sociedad, el espíritu de esa persona acumula impurezas y éstas deben ser eliminadas. Porque existe la necesidad de removerlas, surgen esas plagas, tal como las lombrices que emergen del suelo; en este caso, corresponden a los propios hombres malos.

Cuando varias de esas personas sin carácter se agrupan en una determinada localidad, esa colectividad genera impurezas en la sociedad, las que también deberán ser purificadas. En ese caso surgen las plagas, o sea, los hombres malos, que perjudican despiadadamente a la sociedad, provocándole sufrimientos a fin de eliminar las impurezas acumuladas por esos actos malignos.

Es la acumulación de pecados y máculas en una comunidad la que produce la necesidad del surgimiento de seres malévolos, los que servirán como instrumentos de limpieza de esas impurezas. Así, cuando sufrimos por la acción de personas inhumanas, los pecados y máculas que poseemos son, de hecho, los causantes de ese tipo de infortunio. Bajo la Lógica Divina, por ejecutar esa limpieza, el hombre malo es un mal necesario.

Por consiguiente, se concluye que la existencia de personas perversas, que perjudican a la sociedad y causan un mal social, fue creada por la necesidad de limpieza de esa misma colectividad. Ellas actúan como instrumentos purificadores que, sin embargo, como resultado de sus acciones, hacen surgir otros todavía peores para purificarlos, de los cuales resulta la necesidad de purificación continua. Por analogía, ese mecanismo funciona de la misma manera que cuando se trata de contener una enfermedad producida por medicamentos usando más remedios que, en verdad, producirán más impurezas y, consecuentemente, se volverán la causa de otras enfermedades más graves”.

 Meishu Sama, Palabras del Cielo 4, págs. 63 al 73 

GUÍA PARA LA CEREMONIA  DEL MES DE  MARZO DEL AÑO 2022

¡Feliz ceremonia de Agradecimiento del mes de marzo para todos!

Para erradicar la enfermedad, miseria y conflicto del mundo, Meishu Sama priorizó resolver estos problemas a partir de cada individuo, y para lograrlo, proyectó el perfeccionamiento del individuo y de su hogar. Nos enseñó lo siguiente: “Al salvar y perfeccionar al individuo, esto se extenderá y el mundo será  salvado; por eso es primordial elevar la espiritualidad y perfeccionar al individuo. Si consideramos que una casa de familia equivale al modelo del mundo, cuando ésta se vuelva paradisíaca y sea salvada, el mundo también lo será”.

Nosotros sabemos que el Poder Divino del Johrei despierta la espiritualidad, la gratitud, la dedicación a Dios y al prójimo, y que fortalece la capacidad innata de autocuración que posee el cuerpo humano, a la vez que nos devuelve la conciencia de su origen divino. Por eso, practiquemos el lema 2022:

 Cumplir nuestra misión, a través del Johrei, el Encaminamiento, y la Gratitud, como pilares para la formación de individuos y familias física, psíquica y espiritualmente saludables. 

Meishu Sama concibe al individuo como el modelo más pequeño del mundo; al bajar el nivel de estrés y de ansiedad con la práctica del Johrei, logramos aumentar la paciencia, el amor y la armonía, eliminado así el instinto belicoso que le nace desde nuestro interior.  

 En esta ceremonia, Meishu Sama habló sobre la misión del hombre malo, la causa de la guerra, que son las máculas y toxinas, y también nos reveló que: “Esa indisposición es el origen de la ira, que se concreta en forma de conflicto. El aumento de este se convierte en guerra. Por lo tanto, para extinguir el espíritu belicoso solo existe un método: eliminar aquella indisposición”.

 Hoy oramos por la Paz Mundial, no solamente por Rusia y Ucrania, sino también por las guerras económicas, religiosas, biológicas, químicas, electrónicas, informáticas, familiares, y principalmente la guerra que vive en nuestro interior, movida por el egoísmo y el apego.

Es peligroso quedarse sin hacer nada solo porque se es miembro. Aun sin ser miembro, la persona que practica buenas acciones y posee un pensamiento correcto, será salvada. Aun conociendo el Johrei, de nada servirá si no se pone realmente en práctica; realmente el Johrei es un método que enseña la mejor forma de ayudar al prójimo, pero de nada servirá realizar solamente el curso introductorio; es preciso dedicarse al servicio del prójimo.

(Meishu Sama, 23 de abril de 1949)

Este año cumplimos tres años de la fundación de Kannon Kyōkai, de los cuales dos purificamos con la pandemia. Gracias a Dios pudimos cuidar de todos los miembros y ahora precisamos expandir la Obra a la sociedad y prepararnos para los reflejos de la guerra, que llegarán a América Latina con fuertes purificaciones económicas, sociales y políticas; por eso estamos convocando a todos los miembros para colaborar con la Obra de Meishu Sama, sea con tiempo, talento o dinero. Nuestra lucha es invisible: libramos la guerra contra el egoísmo y el materialismo que viven en nuestras vidas. Sin dedicación, no tiene sentido poseer un Ohikari; nos volvemos apenas frecuentadores simpatizantes. Para seguir las huellas de Meishu Sama, es necesario tener un lugar de pertenencia y dedicar para el crecimiento de ese lugar, o sea del templo, y ser guiados por el ministro del lugar y apoyarlo en su dedicación.

 Cuando uno trabaja en una empresa, necesita de un contrato, jefes, normas y disciplina. En una empresa funciona bien, pero ¿por qué en una institución religiosa hay tanta resistencia a la pertenencia y a la obediencia a las prácticas que benefician al prójimo?

La respuesta es: por el Egoísmo, las máculas, las quejas, el juzgamiento y la desobediencia, por nuestro poderoso ego, por oponernos a la Voluntad de Dios. Sobre eso, Meishu Sama aclara: 

“Usted no descuidará su vida personal si ofrece dos días por semana para atender los servicios del templo, ya que Dios lo recompensará diez veces más, tanto por el servicio que brindó, como por el esfuerzo que realizó para entregar su ofrenda. Por cada día de veneración, recibirá diez días de bendiciones.

Evitar las dedicaciones en el templo por estar ocupado con los quehaceres cotidianos, contraría la Ley del Orden. Si hiciera un esfuerzo por frecuentar el templo cuando estuviera muy ocupado, será recompensado aún más. En este punto, la visión de Dios es completamente distinta a la de los hombres. Los ministros deberían exponer claramente este punto a los fieles”.  (“Seamos dignos del amor de Dios”)

El 20 de marzo de 1950, hace exactamente 72 años, Meishu Sama dijo: “La obra que estamos realizando en el presente fue proclamada ya hace dos mil años por Cristo, razón por la que considero a cada uno de los miembros como participantes de la misión para concretar la citada profecía (el Reino del Cielo en la Tierra)”.

Junto al lema 2022, cumplamos nuestra misión y dediquemos para elevarnos a nosotros mismos, proteger a la familia y su futuro a través de las dedicaciones, y cultivemos en nuestro corazón la gratitud, que es la madre de todos los demás sentimientos buenos, de manera de obtener el permiso de ordenar nuestro tiempo, talento y finanzas para dedicar y proteger la Obra de Meishu Sama en tiempos de crisis. 

Meditemos sobre esto y organicemos nuestra vida para dedicar junto a Meishu Sama y a los Antepasados, cuidando y protegiendo la sede de Meishu Sama en Kannon Kyōkai, tal como entonamos en  el salmo de hoy: “Si hay sinceridad para con la Obra Divina, aunque el número de personas sea poco, esta Obra se irá ampliando”.

Muchas gracias a todos. A partir de la semana próxima, dedicaremos de martes a sábado, de 10 a 12 y de 15 a 20:30 horas. ¡Feliz mes para todas las mujeres! 

 Mtro. Marcelo R. Faria

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