SALMO DE MEISHU SAMA
HEIWASEKAI
Ya – o -yo-ro-zu
Ku-ni to-u ku-ni wa a-i mu-su-bi
Hi-to-tsu ni na-ru zo Mi-ro-ku se-i-da-i.
l-sa-ka-i wo
Ko-no-mu ni-n-go-n no ha-ka-na-sa yo
Ya-ba-n no sa-ga no no-ke-re-ba na-ri ke-ru.
Ka-o ka-ta-chi
I-ro wa ka-wa-re do o-shi-na-be-te
Ka-mi no mi-ne ni wa o-na-ji ku-ni-bi-to.
Ka-ku-ri-yo ni
I-ma-su ta-ra-chi-ne ni tsu-ku-su ko-so
Ko-yo-na-ki ma-ko-to no ko-o ni zo a-ri-ke-ru.
MUNDO DE PAZ
En la sagrada Era de Miroku,
los países mantendrán una relación tan maravillosa
entre ellos, que parecerán constituir un solo país.
¡Cuán vacío es el hombre
que prefiere el conflicto!
Pues aún posee resquicios de un salvaje.
Para Dios, todos los pueblos son Sus hijos
no obstante las diferencias de rostro,
razas y colores.
La dedicación es la mayor manifestación de amor
que los descendientes pueden ofrecer a sus ancestros,
que habitan el Mundo Espiritual
Enseñanzas de Meishu Sama (fragmentos)
El Oficio de inscripción y veneración de los antepasados
El principal objetivo del ser humano, al recibir la vida por expresa voluntad de Dios, debe ser elevarse espiritualmente, acercarse lo más posible a Dios y construir el Paraíso Terrestre. Por lo tanto, aquí en el Mundo Material tenemos que esforzarnos por crecer gradualmente, cada día un poco más, porque este perfeccionamiento no termina con nuestra muerte. Cuando retornemos al Mundo Espiritual, continuará allí.
Crean o no las personas en la existencia de Dios y en el Mundo Espiritual, festejan el nacimiento de un nuevo ser y sufren con la pérdida de un ser querido, pero al haber recibido la vida, el hombre tiene que morir; es una predestinación de la que él no puede escapar, y aunque lo sabe, no consigue esconder la tristeza frente a la muerte.
A través de las oraciones, los antepasados elevan su posición en el Mundo Espiritual y pueden servir en ese mundo. A medida que ellos se elevan, protegen a sus descendientes, que por las buenas acciones realizadas por sí mismos en el Mundo Material y por la participación de los cultos, se elevan gradualmente también.
Cuando el miembro se reúne delante del altar para orar de forma sincera y de corazón, la Luz Divina crece en intensidad de poder. No así si realiza las oraciones como un mero acto formal.
Las oraciones realizadas por los descendientes con profundo amor, respeto, sinceridad y comprensión harán al bienestar del espíritu desencarnado y lo ayudarán al desapego del Mundo Material.
En este sentido, en el periodo de 50 días en los cuales realizamos los oficios religiosos (10, 20, 30, 40 y 50 días del fallecimiento), se determina el lugar que el espíritu ocupará en el Mundo Espiritual.
Procedimiento para honrar a las almas que retornan al Mundo Espiritual:
- Oficio religioso de presentación del espíritu recién fallecido (Shinrei-saishi)
- Luego, cada 10 días el descendiente realiza las oraciones correspondientes.
Importante:
Se cuenta como día 1 el día del fallecimiento. Ejemplo: si la fecha de partida es el día 2, los 10 días para realizar el oficio religioso se cumplirán el día 11. Se cuenta de esta manera hasta llegar al día 50.
Esta fecha (día 50) es de significativa importancia, ya que el espíritu ocupará ahí un lugar en el Mundo Espiritual, donde comenzará a trabajar por su evolución y la de sus descendientes.
Es bueno, por lo tanto, que los descendientes se reúnan en esa fecha también para orar por él, pues esto proporciona indecible felicidad a los antepasados.
¿Qué es la muerte?
Cuando el cuerpo físico se hace viejo o se enferma o bien se ve dañado o sufre de una excesiva pérdida de sangre más allá del límite permisible, la Ley es que el espíritu debe abandonar- lo.
La pérdida del elemento espiritual o del elemento fuego hace que la temperatura del cuerpo se reduzca y que la sangre se coagule en ciertos puntos. El elemento espiritual con forma de cuerpo humano se dirige a un mundo diferente llamado Mundo Espiritual. Existen muchos testimonios de personas que pudieron observar este proceso.
ORIENTACIÓN PARA LA CEREMONIA OBON DEL MES DE DICIEMBRE DEL AÑO 2020
¡Feliz mes de diciembre junto a todos los antepasados! Este año pudimos inaugurar el Soreisha, Hogar de nuestros antepasados, gracias al permiso de Meishu Sama y a las oraciones de cada mamehito que dedica para la salvación de la humanidad en Kannon Kyōkai Hispanoamérica. ¡Felicitaciones a todos!
Todos los fines de año, juntos a mis antepasados, hago una reflexión y la de este año fue la siguiente: Día a día, ¿me volví un discípulo fiel a Meishu Sama? ¿Logré transmitir Johrei a mi familia a diario? ¿Logré acompañar a alguna persona de manera virtual? ¿Logré ofrendar a la altura de las gracias recibidas? ¿Logré practicar el lema 2020: agradecer, limpiar, ordenar y embellecer mi interior y mi hogar? ¿Entregué todo en las manos de Dios y Meishu Sama? ¿Realmente logré hacer feliz a la familia en este tiempo de aislamiento? ¿Logré formar un nuevo miembro por mes?
Todas estas preguntas me las hice delante de Meishu Sama, y sentí mucha gratitud al ver mi crecimiento, puesto que pude cumplir el 80 % de la tareas.
Meishu Sama nació en este mundo y, como todos nosotros, recibió un nombre: Mokichi Okada. Su vida, como sabemos, estuvo llena de adversidades y dificultades. Sin embargo, a través de Kanzeon Bosatsu (Kannon), conoció a Dios y llegó a tener la fuerte convicción de que Dios, en realidad, vivía en su interior y de que los seres humanos somos la suma de incontables antepasados que están vivos dentro de nosotros.
En la Enseñanza de hoy, Meishu Sama nos dice que “El principal objetivo del ser humano, al recibir la vida por expresa voluntad de Dios, debe ser elevarse espiritualmente, acercarse lo más posible a Dios y construir el Paraíso Terrestre. Por lo tanto, aquí en el Mundo Material tenemos que esforzarnos por crecer gradualmente, cada día un poco más, porque este perfeccionamiento no termina con nuestra muer- te. Cuando retornemos al Mundo Espiritual, continuará allí.
Crean o no las personas en la existencia de Dios y en el Mundo Espiritual, festejan el nacimiento de un nuevo ser y sufren con la pérdida de un ser querido, pero al haber recibido la vida, el hombre tiene que morir; es una predestinación de la que él no puede escapar, y aunque lo sabe, no consigue esconder la tristeza frente a la muerte.”
En abril de 1954 dijo también:
“Además de eso, en el Mundo Espiritual la presencia de la Era del Día se hace más evidente a cada momento. Los que conocen esa verdad podrán sentir alegría, pues ya han desarrollado su fe y saben que la finalidad de la verdadera religión es debilitar, controlar y eliminar las fuerzas del mal. Y solo conseguirá hacerlo aquella que tuviera Luz.
Concluyendo, puede afirmarse en
sentido amplio que la salvación de alguien depende de la fuerza de la Luz de
Dios. Por eso, cuando las personas vienen a mí, diciendo que quieren recibir
Luz, sé que serán salvadas por medio de ese Poder Infinito.
Por otro lado, es importante no olvidar que no proponemos solo la salvación de los vivos, sino también de aquellos que ya partieron hacia el Mundo Espiritual. En verdad, la base de todo se encuentra allá. Entonces, para salvar realmente al mundo de los hombres, es necesario, en primer lugar, preocuparnos por el espíritu, pues él precede a la materia.”
Entremos en esta nueva etapa de salvación ancestral y agradezcamos las protecciones recibidas junto a nuestros antepasados en el 138º Natalicio de Meishu Sama el próximo 23 de diciembre.
Muchas gracias a todos.
Ministro
Marcelo Rodrigues de Faria
Director de Kannon Kyōkai Hispanoamérica